Este espacio es el camino que recorrí y que me llevó de sentirme insegura y desconectada de mi cuerpo, a estar realmente encarnada y conectarme con mi poder, sabiduría y sensualidad.

Y por eso quiero compartirlo contigo.

Soy Lau,

Al inicio no tenía idea de lo desconectada que estaba de mi cuerpo y lo desconocido que me era su lenguaje.

Vivía con ansiedad, un ‘desorden alimenticio’ y era codependiente en mi relaciones.

Tenía problemas de piel y digestivos que, según los médicos, eran por estrés.

Ese era el único conocimiento que tenía sobre mi cuerpo.

Mi ansiedad nunca se resolvió con terapia. Encontré el yoga y la meditación y empecé a sentir una diferencia en mi ansiedad. Ver que estaba relacionada con la forma en que movía mi cuerpo y respiraba fue un gran primer hallazgo.

Después, meditando, me di cuenta que tenía muchas heridas emocionales, así que permitirme llorar cuando lo sentía y ‘conectarme’ con mi dolor fue otra capa. Pensé que estaba haciendo todo lo que necesitaba para ‘sanar’.

Descubrí ‘sex siren’ - una práctica para encarnar y expresar tu sensualidad y cuestionar tu sexualidad. Descubrí mi poder…

Me sentí increíble, dejé de ser codependiente - porque ya no dependía de mi relación para sentir validación. Aprendí a validarme y disfrutar de mi cuerpo.

Probaba 'todo', psicodélicos, respiración, yoga, lo que sea que me diera ‘más conciencia’. Comencé a sanar y también a recibir más violencia en mi relación.

Me mudé sola y comencé a tener paranoias.

Me despertaba en la noche y sentía una energía ‘rara’ todo el tiempo.

Pensé que era sólo mi paranoia y el estrés de sentir miedo todo el tiempo.

Varixs "psíquicxs" me dijeron que mi depa estaba lleno de entidades y ‘desencarnadxs’.

Me asusté, no quería estar abierta a esas cosas, así que sólo pedí ayuda con unas ‘limpias’ y me cerré a la posibilidad de eso.

Ninguna de mis herramientas y prácticas hasta ese momento, ayudaban con la paranoia, y ningún tipo de terapia tampoco. Me dijeron que ‘me estaba haciendo la víctima’ y que debía medicarme, cuando en cada terapia llegaban al punto que ya no podían ayudarme a encontrar respuestas.

Fue agotador. La noche que me iba a rendir -‘quiero vivir’ dijo una voz 

Empecé a practicar tantra, hice una activación de útero que terminó en una infección que casi requirió cirugía.

Pensé que había algo mal en mí, hasta que aprendí sobre trauma y sistema nervioso, sobre mis necesidades y deseos, y cómo lo que experimentaba era sólo un síntoma y podía cambiarlo trabajando con mi cuerpo.

Tomé una sesión de terapia somática, aprendí a SENTIR lo que mi cuerpo me pedía y a darme la sensación de seguridad que buscaba. Hubo cambios de inmediato. Me di cuenta que eso era lo que necesitaba.

Aprendí que mi adicción al azúcar me causaba más estrés, hice varios detox para romper mi adicción y ‘resetear’ mi cuerpo, sané mi relación con la comida también.

Aprendí sobre dolor crónico y comencé a enfocarme en procesar mis emociones, crear un espacio seguro dentro de mí y aprender cómo el movimiento y el entrenamiento podían ayudar.

Aprendí sobre cómo hábitos diarios, como tomar el sol, ayudaban a mi cuerpo a auto-regularse. Busqué soporte específico para procesar las experiencias traumáticas específicas que detonaron la parálisis y paranoia.

Usé breathwork para liberar, procesar y aumentar la capacidad de mi sistema nervioso ante el estrés. Aprendí qué se sentía ‘seguro’ y qué no en mis relaciones, cuáles eran mis heridas y cómo pedir lo que quería, poner límites sin poner muros y cómo identificar mis ‘triggers’, necesidades, deseos y actuar de acuerdo a eso y lo que necesitaba en cada momento.

Sentí que después de haber tocado tan bajo, había perdido mi ‘fé’ y mi conexión con el Universo y mi espiritualidad, pero después de un tiempo, con breathwork y danzar comencé a conectar con ‘mensajes’ que me llegaban. Y cuanto más segura me sentía en mi cuerpo, más fácil era escuchar mi intuición.

Me di cuenta que el Universo me escuchaba cuando empecé a notar ‘sincronicidades’.

Comencé a recuperar mi fé y mi deseo de conectarme con mi parte ‘espiritual’.

Aprendí a leer los registros akáshicos para mí , sentí la presencia y la energía de mis guías por primera vez alrededor de mí. Y con eso bastó, para recordar que siempre hubo algo más grande que yo cuidándome todo el tiempo.

Aprendí que tengo habilidades ‘psíquicas’ y estuve lista para integrarlo.

Esa fue la base, ha sido un viaje continuo. Aprendí que cuanto más entro en mi cuerpo, más profundamente puedo destruir las capas que me limitan y el condicionamiento dentro de mí. También aprendí que el trauma va más allá de mí y de mi cuerpo, es consecuencia de la opresión sistémica y la forma en que se ha construido la historia. Aprendí a ver el condicionamiento en todas partes.

Cuanto más consciencia tengo y más profundo me conozco, más libertad experimento porque ahora sé cuál es mi verdad, cuál es mi condicionamiento, cuáles son los deseos reales y verdaderos de mi alma, cómo identificar creencias limitantes y lo más importante: cómo puedo cambiar y transformar TODO dentro de mí para experimentar libertad en esta vida para ser quien quiero ser, amar y ser amada de la forma que hace sentido para mí, y cómo cambiar toda mi identidad para encontrar alineación, poder, placer en esta vida y dentro de mí.

Y eso es lo que quiero compartir contigo en este espacio: todo el viaje para que también tú encuentres tu más profunda verdad y la libertad que deseas experimentar en cada aspecto de tu vida.